El gran reto de las PYMEs

Una de las consecuencias de la revolución tecnológica que estamos viviendo es que ha hecho accesible a la PYME metodologías, tecnologías y herramientas que, hasta ahora, únicamente eran accesibles para las grandes corporaciones. Este hecho, aunque esté pasando bastante desapercibido, es muy relevante, tanto en el sentido positivo como en el negativo. Por el lado positivo, dota a las PYMEs de unas posibilidades para expandir su negocio, reducir sus costes o mejorar la experiencia de sus clientes que hace muy poco tiempo eran impensables. Pero, por otra parte, también supone una tremenda amenaza, pues, quien no sepa adaptarse y obtener alguna ventaja de esta nueva situación, verá su subsistencia seriamente comprometida.

En resumen, la posibilidad de poder utilizar estos nuevos recursos supone una magnífica oportunidad para quien sepa hacerlo y una seria amenaza para quien no lo consiga, de manera que resolver este dilema puede ser el gran reto de las PYMEs de hoy.

Es frecuente oír que los grandes desafíos de las PYMEs son el crecimiento, la internacionalización, la contención de sus costes, la mejora de sus márgenes, la mejora de la satisfacción de sus clientes o la multicanalidad, pero, hoy en día, no es posible construir ninguna de estas ventajas sin haber resuelto el dilema anterior. 

Ahora bien, resolver el dilema no consiste en introducir en la PYME todas las tecnologías, metodologías o herramientas de las que dispone una gran corporación. Ni mucho menos. Una gran corporación tiene una amplitud de problemas, una variedad de situaciones que resolver y una capacidad de inversión que no tienen ni punto de comparación con una PYME. Muy al contrario, lo que necesita una PYME es entender muy bien el aspecto de su negocio que conviene reconfigurar para poder concentrar su esfuerzo y atención en él, pues, en general, no tiene ni el tiempo ni los recursos que le permitan disiparse. Por decirlo de una manera más clara: no se trata de regar con las novedades todo el territorio del negocio, sino de saber distinguir en qué áreas concretas del mismo obtendremos mayor rentabilidad del agua. Y, una vez localizados estos sitios específicos, identificar la tecnología de riego y los procedimientos más apropiados para cada caso.

Para emprender este camino con éxito, el primer paso es encontrar un compañero de viaje que sepa y quiera acompañarnos en este proceso. Mejorar mi Empresa nace con esta ambición.